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Durante todo el año, sobre todo en verano, hay que saber cómo gestionar nuestras compras, sobre todo de alimentos, y cómo hacer para consumir la cantidad necesaria en un periodo de tiempo para evitar que esta se estropee.

Esto, sobre todo, lo vemos a la hora de comprar frutas y verduras, alimentos muy delicados que no podemos dejar demasiado tiempo en casa, debido a que estos, a diferencia de otros, no son productos elaborados con el fin de que duren más, sobre todo si son naturales. Las frutas y verduras, al ser productos de la tierra, tienen su propia “fecha de caducidad”. Y aquí, en esta ocasión, en este blog, vamos a enseñar cuanta fruta y verdura debemos comprar en cada compra y cómo evitar que estas se estropeen antes de tiempo, sobre todo en temporada de calor.

Primero vamos con lo esencial: La adquisición del producto. Y es que aquí debemos hablar de cuanta cantidad debemos comprar según nuestra forma de vida. Por ejemplo, una familia comprará más cantidades de fruta y verdura que una persona que vive sola; y a la par, una persona común y corriente quizá no consumirá la misma cantidad que un deportista, profesional o aficionado.

Para empezar, nos encontramos con que la OMS recomienda que, por día una persona común consuma un total de 400 gramos de fruta y verdura, lo cual equivaldría a cinco raciones diarias. Eso equivaldría que, por ejemplo, una familia de cinco miembros compre un total de dos kilos de fruta y verdura por semana. Sin embargo, la cifra siempre puede variar, en mayor o menor medida, según cada caso.

Ahora, la parte importante: Una vez que ya sabemos cuanta cantidad de fruta y verdura debemos comprar a la semana, ¿cómo hacemos para consumirla antes de que se estropee?

Lo esencial es que las guardemos en el frigorífico, para mantenerlas al margen del calor, sobre todo en estas fechas. Por lo general, las fresas, por ejemplo, duran un par de días, mientras que las manzanas aguantan hasta tres semanas. Las verduras —ya cocidas— duran de tres a cuatro días —teniendo en cuanta que algunos alimentos como las patatas cogen una textura pastosa—. En general, lo recomendable es no dejarlas más de cinco días dentro de la nevera —sobre todo si ya están cocinadas—. Y en este montón también incluimos otros alimentos como el arroz ya preparado, las setas y los champiñones.

Pero, por el contrario, hay algunos de estos productos que no necesitan conservarse en frío ni siquiera con las altas temperaturas, como es el caso de las cebollas y ajos. Estas, mejor conservarlas, por ejemplo, en un frutero, o directamente en la despensa.

Sin embargo, el elemento esencial para evitar que nuestros alimentos se estropeen antes incluso de que los podamos tomar es el nivel de calidad, el cual varía según el origen y procesamiento de la fruta y verdura que comemos. Es una realidad que la fruta y verdura de supermercado, además de no ser siempre fresca, está aún más procesada que la que podemos encontrar en fruterías y comercios locales. Estos obtienen su catálogo de proveedores directos y se vende en el momento, totalmente fresco y directo.

En este último grupo encontramos nuestra empresa, Frutas Ignacio, cuyo repertorio de proveedores puedes encontrar en esta misma página web. Nuestro único propósito, desde siempre, ha sido y será proveer al cliente de la mejor fruta y verdura al mejor precio.